24 Ago

Ventanas al inconsciente, Post2

Life is very short. Relato autobiográfico


En este post, quiero compartir un suceso dentro de la serie Ventanas al Inconsciente, de nuestro Blog. En ella, relatamos en primera persona viñetas cotidianas donde se va haciendo consciente lo inconsciente.

El relato de hoy trata sobre una experiencia común sobre el diálogo interno. Es muy habitual tener pensamientos repetitivos, que parece que no van a ninguna parte. Damos vueltas y vueltas, unas veces a situaciones pasadas, otras veces a recrear algo en un hipotético futuro y otras, a bobadas, sin más. Es innegable que el inconsciente existe y que el diálogo interno existe también; cómo nos relacionemos con nuestros contenidos internos marcará la diferencia.

 

Traer contenidos a la conciencia

Es posible aterrizar algo que ronda durante un tiempo y es algo frecuente. A mí, me suele ocurrir más o menos así: me siento regular de ánimo, me doy cuenta de que algo pasa ya que pienso mucho en no sé qué y noto un cierto malestar difuso.

Voy a intentar relatar uno de los últimos. Fue hace un par de sábados, en un día calmado y no excesivamente caluroso.

Logré encontrar un tiempo para mí y me centré en mis sensaciones corporales. Identificando dónde sentía el malestar, me centré más en él, observándolo. Respiración tranquila, siendo consciente de su ritmo… unos segundos tan solo. De vuelta a la respiración… unos segundos más. Estoy acostumbrada a permanecer solo un breve tiempo, acepto esa frustración y la dejo pasar; me quedo sin más en mi sensación corporal. Los pensamientos empezaron a vagar con más calma. No les di demasiada atención, ni me acuerdo de su contenido ahora al escribir. El malestar se fue difuminando.

Estaba presente una melodía que tatareaba todo el rato. De mi propia experiencia, he llegado a diferenciar entre las músicas que se te pegan porque las has oído recientemente y las que vienen “sin más”. Para mí, estas últimas, alguna vez, actúan de mensajeras de ti a ti, esto es, te dices algo a unos niveles menos conscientes de los que te mueves habitualmente en vigilia.

 


Hacer consciente lo inconsciente


 

Me di cuenta por la música…

La melodía era la repetición del estribillo de una canción de Los Beatles.
Es chula. La transcribo:
       Life is very short, and there’s no time
       For fussing and fighting, my friend

       (La vida es muy corta, y no hay tiempo / para inquietarse y pelear, amigo mío)

Lo vi fácil. Me dije a mí misma que lo mejor era relativizar el problema que rumiaba. Vive el presente, la vida es corta… no te enredes ahora con esto.

Mi estado de ánimo mejoró. Me entró la curiosidad y busqué la letra. La canción es de John Lennon y Paul McCartney, de 1963. La escuché entera, leyendo también la letra como en mis años adolescentes para traducirla más fácilmente.

 

… aunque, en realidad, era la letra ….

Atónita vi que para nada era la relativización y el carpe diem la solución a lo que me preocupaba en esos días. La melodía del estribillo repetitivo (“life is very short…”) aun resonaba cuando me di cuenta de que la clave estaba en el título:
       We can work it out
       (Podemos solucionarlo)

¡Muchas gracias! Posible “mensaje”: párate y abórdalo de otra manera; aumentarás las probabilidades de solucionar lo que te preocupa.

 

 

Gracias por tu lectura. ¿Te ha pasado alguna vez algo similar? Si quieres, puedes compartirnos tu experiencia en Comentarios o por el Formulario de Contacto. Estaremos encantados de conocerlos.

 

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¡Gracias!

Psicología y Coaching PS|CO

 

Maite García, Psicóloga Clínica y Coach, PS|CO

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