03 Abr

Tensión y estrés emocional: como afectan a la salud

Tensión y estrés emocional

¿Quién no ha sufrido alguna vez estrés? La tensión y el estrés emocional son reacciones comunes del cuerpo ante situaciones estresantes, y pueden tener un impacto significativo en la salud física y mental de una persona, aunque lo que sintamos en algunas ocasiones, no tiene por qué ser algo negativo. El problema viene cuando esa tensión se vuelve algo habitual en nuestro día a día. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el estrés como «la respuesta fisiológica y psicológica no específica del cuerpo ante cualquier demanda que se le presente».

Con motivo del día de la salud, el 7 de abril, no queríamos dejar pasar esta oportunidad para hablarte sobre el estrés y los estados de tensión permanente, y como estos, aunque menos visibles que una enfermedad física, son también motivos que afectan a nuestra salud.

 

¿Por qué sentimos estrés o tensión emocional?

Cuando se produce una situación estresante, el cuerpo libera hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina, que preparan al cuerpo para esa acción. A corto plazo, esta respuesta puede ser útil, ya que ayuda a una persona a lidiar con la situación estresante y poder desenvolverse en ella. Sin embargo, si el estrés se vuelve crónico, puede tener efectos negativos en la salud.

Sentirse estresado o nervioso en una situación puntual, como puede ser una presentación en el trabajo o en una reunión donde se están tomando decisiones, donde quieres que todo salga bien y poder comunicarte de la mejor manera posible, es algo normal. Si en cambio, somos incapaces de acabar con esa sensación una vez terminada la acción, o el hecho de tener que hacer algo concreto nos genera días y noches de estrés continuado, sin poder dejar de pensar en ello, estamos sufriendo un tipo de tensión que se sale de lo normal, y, por tanto, puede afectarnos a la salud.

Mujer con estrés en el trabajo

El estrés es un sentimiento perfectamente normal, y en algunos ámbitos como el laboral, puede ser más acusado. No obstante, es clave identificar cuando arrastramos ese estrés fuera del ámbito al que pertenece

La tensión emocional y el estrés crónico pueden afectar en muchas partes de nuestro cuerpo. Por ejemplo, pueden hacer que aumente la presión arterial, con lo que también aumentará el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular a largo plazo. También pueden afectar al sistema inmunológico, lo que aumenta el riesgo de enfermedades infecciosas y crónicas. Además, en cuanto a la salud mental, es mucho más alto el riesgo de sufrir depresión, ansiedad y otros trastornos emocionales, que están muy relacionados con situaciones de tensión continuada.

El estrés continuo también puede provocar cambios en la forma en la que las personas nos comportamos, por lo que además del impacto en la salud, también puede provocar un impacto en nuestro entorno y en la forma en la que nos relacionamos con él, a nivel social. Por ejemplo, puede llevar a una persona a consumir alcohol o drogas para lidiar con el estrés, o a encerrarse en sí misma y dejar de relacionarse con otros. También puede hacer que una persona tenga problemas para dormir, lo que puede afectar la salud a largo plazo, tanto a nivel físico como mental, y en su comportamiento.

 

¿Qué puedo hacer para reducir el estado de estrés negativo?

Para reducir los efectos negativos del estrés y la tensión emocional, es importante encontrar formas efectivas de manejar el estrés. No todo el mundo tiene porque seguir la misma fórmula, pero aprender a canalizarlo a través de técnicas de autocuidado que puedes aprender en un proceso de coaching, es una de las primeras decisiones que podemos tomar para al menos conocer en profundidad las técnicas que podemos implementar. Estas pueden incluir técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la respiración profunda, hasta actividades físicas más desafiantes, como la práctica de ejercicio físico regularmente, pero también hay actividades, como la lectura, ver una serie, dar un paseo con nuestros seres queridos y amigos, que pueden ayudarnos a aliviar nuestros niveles de estrés.

La terapia psicológica también puede ser útil para ayudar a una persona a aprender a manejar el estrés y la tensión emocional. Los profesionales de la salud mental podemos trabajar con una persona para identificar los factores estresantes y desarrollar estrategias efectivas para manejarlos, de tal forma que cuando ocurra ese factor, puedas identificarlo y actuar en consecuencia.

En conclusión, la tensión emocional y el estrés crónico pueden tener un impacto significativo en la salud física y mental de una persona si no se toma ninguna medida para aliviarlos. Es importante encontrar formas efectivas de manejar el estrés para reducirlo. Con un enfoque centrado en el bienestar emocional y físico, podemos trabajar juntos para mejorar tu salud.

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¡Gracias!

Psicología y Coaching PS|CO

David Gilling, Psicólogo y Coach Senior, PS|CO

 

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