08 Ago

Trastorno de adaptación

Trastornos relacionados con la adaptación

En un post anterior, vimos qué es el estrés y qué esfuerzos realizamos para hacerle frente, adaptarnos y normalizar nuestra vida.

Hoy, queremos centrarnos en las fuentes de estrés que más nos suele costar afrontar y pueden acercarnos a la vivencia de un trastorno. Veremos los trastornos de estrés en adultos y adolescentes y nos centraremos, sobre todo, en uno de ellos: el trastorno de adaptación.

Queremos recalcar que la mayoría de las personas hacemos esfuerzos para adaptarnos a lo que nos pasa y, esto tiene mucho valor. No obstante, aunque necesario, no siempre es suficiente; y, en ocasiones, su exceso es contraproducente.

 

Trastornos de estrés

Los trastornos relacionados con traumas y factores de estrés se producen cuando sucesos estresantes (o la suma de varios de ellos) desbordan durante demasiado tiempo los mecanismos de afrontamiento de la persona. Lamentablemente, entre ellos, algunos tienen cualidades traumáticas: son graves, súbitos o intensos continuados en el tiempo, y alterarían la vida de cualquiera. Ejemplos serían: ataques, amenazas de muerte, violencia física o sexual, lesiones graves por accidentes o catástrofes naturales….

En población adulta y adolescente, los traumas podrían llevar al trastorno de estrés postraumático y al trastorno de estrés agudo, que veremos en un post posterior. Por otra parte, el estrés (sin trauma) es mucho más habitual y podría provocar un trastorno de adaptación.

 

Situaciones estresantes

Les compartimos ejemplos de algunas situaciones estresantes, entresacadas de frases en primeras visitas en nuestra consulta.

*   “Me mudé por trabajo hace más o menos medio año, me cuesta hacer amigos”

*   “A mi padre le diagnosticaron una enfermedad crónica y ha ido empeorando progresivamente. De toda la familia, soy el único que se hace cargo de sus citas y cuidados y, además, trabajo. Voy cargándome cada vez más…”

*   “Hace un tiempo, me ascendieron en el trabajo. Tengo más responsabilidades y me apena no sentirme suficientemente preparado”

*   “No le puedo olvidar…. Ha pasado el tiempo desde que lo dejamos, pero me cuesta rehacer mi vida de nuevo”

*   “Sigo enfadado con todo, ya hace dos años que perdí la funcionalidad en mi brazo derecho. Pierdo amigos, mi vida en casa no va bien…”

*   “Tenía muchas ganas, pero tras la independencia de mis hijos, se me cae la casa encima”

*   “Me agobia volver a buscar trabajo tras mi despido, llevo como paralizado un par de meses”

¿Les ha pasado alguna vez algo así? ¿Conocen a alguien que haya pasado por alguna de las situaciones anteriores? No hay una solución única y rápida, ¿verdad?

 

Trastorno de adaptación

Situaciones como las anteriores pueden ser únicas o pueden combinarse varias. Como vimos anteriormente, la persona intenta solucionar lo que le pasa, en muchas ocasiones con éxito. Sin embargo, en ocasiones, no lo consigue y se nota desbordada. Va experimentando de manera intensa síntomas emocionales, como ansiedad, preocupación, estado de ánimo bajo, ganas de llorar, desesperanza, irritabilidad, insomnio…, o síntomas conductuales, como alteraciones alimentarias, abuso de calmantes o sustancias, conductas de riesgo…

Se consideraría un trastorno de adaptación si se mantiene el malestar intenso durante un tiempo prolongado, siendo éste ya desproporcionado a la situación objetiva, o si el funcionamiento se deteriorara de manera significativa en alguna área de la vida (laboral, familiar, social, etc.).

Dada la diversidad individual y cultural, es importante tener en cuenta el contexto externo y los factores culturales en la expresión del malestar, así como la ausencia de otros trastornos mentales. Aprovechamos para comentar que el duelo normal no se considera un trastorno, sino que es un proceso que cualquier persona hacemos para superar la pérdida sufrida.

 

Abordaje psicológico del trastorno de adaptación

Este trastorno es uno de los más comunes y que más se atiende en consultas de psicología.

Se produce cuando algún(os) suceso(s) de la vida alteran el equilibrio con el que funcionamos y, en los siguientes meses, nuestras reacciones son desadaptativas al fallar la manera de enfrentarlo.

En esto es donde radicaría, en gran medida, el abordaje psicológico. Tanto en intervención como en prevención, se trataría de fortalecer las estrategias de afrontamiento y modificar las reacciones desadaptativas. En un plan de tratamiento, se combinan con otras técnicas de desactivación de ansiedad y estrés (relajación, respiración…), cognitivas, conductuales, asertivas, de gestión del tiempo…, entre otras, en función de las necesidades que valoremos conjuntamente.

 

En PS|CO tenemos larga experiencia en estos abordajes, siendo amplia y diversa nuestra formación. Te ofrecemos nuestras sesiones de psicoterapia, psicología de la salud y counselling, a través de una atención personal y basada en la confianza y los resultados.

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Psicología y Coaching PS|CO

Maite García

Psicóloga clínica y Coach, PS|CO

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